ESTE ES UN LIBRO QUE ESCRIBÍ HACE TIEMPO, TODAVÍA LE FALTAN ALGUNOS RETOQUES, PERO OS LE DEJO AQUÍ A VER QUE OS PARECE..

viernes, 13 de agosto de 2010

EPÍLOGO.


Así acabó nuestro asesinato, con un final feliz, pero no por eso común, porque aún nos quedan algunas sorpresas.

Juan acabó casándose con Sheila, su amor platónico aunque no quisiera decírnoslo. Tuvieron tres hijos y a la primera niña la llamó Amanda, así recordaría todos esos momentos tan emocionantes que paso con aquella querida amiga que nuNca olvidaría.

Amanda se separó de Leo al cabo de unos años, pero quedaron como amigos… al final lo suyo no salió como esperaban, pero eso si, habían ganado una amistad, para siempre...

miércoles, 11 de agosto de 2010

CAPITULO 6 :UNA PISTOLA Y UN SOBRE


Al día siguiente Amanda estaba aun cansada, pues el día anterior había sido muy duro... pero todavía quedaban muchos cabos sueltos y Amanda no se iba a dar por vencida tan fácilmente. Y había gente de la casa que faltaba por interrogar así que ahora que sabía que el empresario era el tío de Leo... tenía más motivos para acabar con esa historia, de una vez por todas.

La pareja había quedado a las nueve en punto en la casa de Amanda y ahí Juan les pasaría a buscar. Así fue, y en unos minutos ya estaban en la comisaría donde interrogarían a más gente. Allí se encontraron con Sheila, tan radiante como siempre, que les dijo que el jardinero ya estaba listo para declarar y que les esperaba en la sala número 2.

Allí estaba Clemente, el jardinero, sentado en una silla, con la mirada perdida.

Juan decidió entrar fuerte, porque ya estaba harto de tanta mentira y tendió una trampa al jardinero, por si picaba...

- Señor Clemente, sabemos que usted tiene algo que ver, si nos lo cuenta ahora, saldrá beneficiado... ¿está dispuesto a contarnos lo que sabe?

Parecía que Clemente ni siquiera había oído la pregunta, seguía mirando al fondo de la sala, como si ninguno de ellos estuviera allí.

Clemente, ha oído usted lo que le he preguntado, será mejor que si sabe algo lo diga ahora.

El jardinero levanto la cara y miro a Juan a los ojos, parecía asustado, pero su respuesta fue firme.

- Si señor comisario, perfectamente, pero me temo que no se nada de este asunto, en esa casa yo me limitaba a cuidar el jardín y nada más. No tengo ni idea de quien ha podido cometer este asesinato. Esto es lo único que puedo decirle.

Juan lo miró detenidamente, la respuesta había sido firme, pero aquel hombre había empezado a sudar y movía las manos continuamente de un lado para otro. Todo ello le llevaba a pensar que Clemente mentía, que había algo que no quería contarles, pero ¿qué era? Se sentó en la silla de enfrente del interrogado y le miro a los ojos.

- Mire, no trate de ocultarnos lo que sabe. Todo esto es peor para usted y tenga por seguro que de aquí no nos moveremos hasta q nos cuente algo. Esta historia tiene que acabar.

De pronto su cara cambio de expresión, ésta reflejaba temor a algo que ellos desconocían…

-Verá comisario... el día del asesinato me levanté pronto, a las seis de la mañana para ser exactos, bajé a la cocina, como todas las mañanas y oí un ruido... salí al jardín y vi a Julio, el mayordomo ¿le conocen? claro que le conocen... es uno de los sospechosos ¿verdad?

-Si Clemente, si, en estos momentos usted también es sospechoso así que continúe por favor. – Respondió Juan deseando saber el final de aquella historia.

- Está bien... vi a Julio con una bolsa de la mano manchada de sangre, entonces le seguí y observé que la enterraba detrás de la casa, pero antes de que pudiera marcharme, me vio y...y... me dijo que si alguna vez se me ocurría contar eso a alguien mataría a mi familia, no podía contárselo ¿lo entiende? no saben lo que Julio es capaz de hacer, yo nunca me fié de él y tenia miedo... mucho miedo... Entonces al llegar a la casa encontré al señor muerto y entonces comprendí todo lo que había pasado... – Dijo por fin el jardinero con lagrimas en los ojos y temblando.

- Muy bien Clemente, no le pasará nada, vamos a terminar con esto de una vez por todas.

Entonces los dos jóvenes, que no daban crédito a lo que acababan de oír, y Juan, se fueron rápidamente a la mansión con algunos refuerzos. Pero mientras otros policías se encargarían de encontrar a Julio que tenía que responder a muchas preguntas...

Llegaron e inmediatamente fueron a la parte de atrás de la casa y unos policías empezaron a cavar, al cabo de unos instantes uno de los dijo:

- ¡He encontrado algo! – todos se acercaron y allí estaba, la bolsa, manchada con gotas de sangre que seguramente pertenecieran al señor Márquez.

Con unos guantes, Juan abrió la bolsa, allí se encontraba una pistola y un sobre... Inmediatamente Juan mandó al subcomisario que también se encontraba presente, que llevara la pistola a comisaría, así comprobarían si aquella era el arma con el que mataron al empresario. Y ellos mientras, leerían la carta...

Querido Julio:

Ya esta todo preparado, no hay de que preocuparse, pronto podremos estar juntos y compartir nuestro amor... para siempre.

Lo único que tenemos que hacer es deshacernos de José. Lo haremos esta misma noche, todo será muy fácil, tendrás que coger la pistola que esta debajo de la escalera principal, en la trampilla. La cogerás y cuando se levante a su hora de siempre, tendrás que matarlo, es la única forma de poder estar juntos, y además cobraremos una inmensa fortuna que compartiremos.

Tu solo encárgate de que no viva, de lo demás no te preocupes, ya me ocupo yo...

Siempre tuya

Olivia.

Aquello que acababan de leer les había dejado boquiabiertos, habían tenido a los asesinos delante todo el tiempo y no lo habían visto. Pero ahora, todo se había acabado, sabían quién mató a José Márquez.

El subcomisario comprobó que aquella era el arma homicida, otros policías detuvieron a Julio y este confesó ser el asesino de su jefe, pero que estaba manipulado por Olivia, que todo lo hizo porque la quería y porque esperaba que todo lo que ella prometía con sus palabras y su carta fuera verdad, pero nada de eso ocurrió así. Olivia al enterarse de que habían detenido a Julio, intentó huir del país pero la detuvieron en Barajas, intentando coger un vuelo a New York.

Al fin tenían al culpable de aquel asesinato que tanta intriga, amor, mentiras, amantes, investigación, pero sobre todo amistad… había tenido.